Niños y jóvenes

El ejercicio físico contribuye al desarrollo físico, intelectual y social del niño, ayudándole en la prevención de diferentes patologías; lo que conllevará una vida más saludable

El ejercicio físico en la infancia

Va a contribuir positivamente en el desarrollo físico, intelectual y social, proporcionando las bases para lograr una vida plena y saludable.

Es muy importante la prescripción de ejercicio físico en niños y jóvenes con patologías como: asma, diabetes, cardiopatías, obesidad, patologías de espalda como la escoliosis y trastornos de déficit de atención e hiperactividad.

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Beneficios

1. Mejora la función cardiovascular, respiratoria y metabólica.
2. Aumenta el gasto energético, reduciendo el riesgo de aparición de obesidad y ayudando a controlar muchas enfermedades asociadas (tensión alta, colesterol alto, diabetes, etc.).
3. Contribuye a una adecuada maduración del sistema músculo-esquelético y neuromotor, ayuda a fortalecerlo y preservarlo, mejorando la amplitud articular, la coordinación, el tono muscular y el control motor.
4. Mejora la conciencia corporal y del movimiento, favoreciendo una mejor postura corporal.
5. Mejora la actividad del sistema inmune.
6. Ayuda a controlar la energía propia de la edad, en otros ámbitos de la vida, al canalizarla en actividad física dirigida.
7. Ayuda a superar la timidez ampliando mecanismos de relación social, que le aportarán seguridad y confianza en sí mismo.
8. Potencia la creación de otros hábitos positivos tales como una adecuada alimentación e higiene corporal, así como la participación de entornos saludables.
9. En grupos o deportes reglados se aprende a cooperar, a colaborar y a compartir con otros, fomentando la participación y evitando el aislamiento.
10. Mejora la imagen corporal y la autoestima.
11. Mejora la calidad del sueño.
12. Mejora el rendimiento escolar.

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